La hepatitis por virus A (VHA) es una de las enfermedades más ampliamente difundidas en el mundo, generalmente aparece en forma de brotes epidémicos y se trasmite predominantemente por vía fecal oral, un tercio de los casos reportados por esta infección ocurre en niños y consta de varias formas clínicas de presentación; el tratamiento se basa en la aplicación de medidas generales así como la inmunoprofilaxis (Prevención de la enfermedad a través de la inmunidad conferida por la administración de sueros o vacunas.)

Mecanismo de trasmisión: El VHA se trasmite en la mayoría de los casos por vía fecal oral. Este tipo de hepatitis es altamente contagiosa y puede ser trasmitida de forma directa (de persona a persona) o indirecta (a través del agua y alimentos contaminados.

Su trasmisión se asocia a:

  1. Deficientes condiciones higiénico sanitarias como es el suministro inadecuado de agua potable, sistemas de drenajes insuficientes, fecalismo al aire libre, pobre higiene personal, manipulación de alimentos por individuos infectados, entre otros.
  2. Contactos íntimos con sujetos infectados (hacinamientos, guarderías, penitenciarias, asilos entre otros)

Periodo de transmisibilidad: este virus se excreta por la bilis y está presente en las heces de los pacientes infectados al final del período de incubación y los primeros días después de la aparición de los síntomas, por todo lo cual en ocasiones es imposible tomar medidas a tiempo para evitar el contagio y su difusión ocurre de forma rápida y alarmante.

Periodo de incubación: varía de 2 a 6 semanas con una media de 30 días.

El espectro clínico de la hepatitis por VHA es muy amplio, la severidad de la enfermedad depende de la edad, en los niños es usualmente asintomático o inaparente mientras que en los adultos se presenta con mayor frecuencia de forma sintomática con o sin ictericia (coloración amarillenta de la piel) y un cuadro clínico más florido.

Se han visto diferentes formas clínicas de presentación de la enfermedad

  • Inaparente: Este término se reserva para aquellos pacientes que no presentan síntomas y que solo se reconoce la enfermedad a través de la detección de diferentes anormalidades por haber estado expuestos a la enfermedad y sometidos a vigilancia. En estos casos pueden verse las transaminasas (enzima) elevadas.
  • Clásica: suele verse en más del 90% de todos los casos, está caracterizada por diferentes periodos:
  1. Periodo prodrómico: se caracteriza por cansancio, malestar general, fatigas, fiebre, anorexia, nauseas, vómitos y dolor abdominal y diarreas, también suele encontrarse aunque en menor frecuencia, enrojecimiento de la garganta, dolores en las articulaciones y los músculos, cefaleas y escalofríos, dura aproximadamente unos 3 a 4 días excepcionalmente 2 semanas.
  2. Periodo de estado: Aparece rápidamente el color amarillo en la piel en un tercio de los casos en adultos, coluria (heces blancas), prurito (picazón) puede encontrarse hepatomegalia (aumento patológico del tamaño del hígado) dolorosa en el 85% de los casos y esplenomegalia (incremento de tamaño del bazo) en el 15%, linfadenopatias cervicales la duración de este periodo es variable según el paciente y la edad pero suele extenderse de 30 a 45 días.
  3. Periodo de convalecencia: Se extiende desde la desaparición de los síntomas hasta la total recuperación clínica, bioquímica y serológica, suele ocurrir de 1 a 4 semanas.

Signos de alarma:

  • Empeoramiento o reaparición de los síntomas prodrómicos
  • Anorexia persistente
  • Reducción considerable del tamaño del hígado
  • Ascitis
  • Aparición de confusión o cambios conductuales neurosiquiatricos
  • Prolongación del tiempo de protrombina
  • Disminución de la albúmina
  • Elevación o caída brusca de las transaminasas
  • Hipoglicemia

Diagnóstico

El diagnóstico clínico lo complementa el análisis bioquímico y serológico del enfermo.

Pruebas bioquímicas: Pruebas de función hepática.

Tratamiento

El tratamiento de una infección aguda por virus A, se basa en la aplicación de medidas generales y la inmunoprofilaxis (Prevención de la enfermedad a través de la inmunidad conferida por la administración de sueros o vacunas.)

Control higiénico dietético:

  1. Control y tratamiento del agua y alimentos para consumo humano, eliminación de residuos o desechos de forma adecuada, estricto cumplimiento de las medidas de higiene personal (lavado de las manos, individualizar los utensilios de uso personal).
  2. Dieta: Ningún régimen dietético mejora la enfermedad o acorta los períodos clínicos, no se ha demostrado la necesidad de dietas hiperproteicas o calóricas, la disminución en la ingestión de grasas solo se realizará si existen náuseas. La dieta será normal, según lo que le apetezca al paciente.
  3. Reposo: Se indicará reposo en cama mientras el enfermo este sintomático, volviendo a la actividad normal cuando desaparezcan los síntomas. En la fase asintomática no hay que limitar la actividad física, la deambulación precoz no retrasa la recuperación ni origina enfermedad crónica.
  4. Alcohol: Su ingestión se debe prohibir en la enfermedad aguda así como en la convalecencia hasta la normalización total de la bioquímica, debido a la hepatotoxicidad que implica esta sustancia y que puede sobreañadirse al daño que produce el virus. La prohibición total pasados los primeros meses es innecesaria, se recomiendan períodos de abstinencia entre 30 a 180 días.
  5. Medicamentos: Las drogas hepatotóxicas deben suprimirse y la utilización de otros medicamentos solo se permitirá en los casos que sean necesarios o imprescindibles. Pueden ser utilizados los analgésicos, de preferencia, el paracetamol a dosis generosas y exceptuar a aquellos que puedan inducir hepatotoxicidad como los antiinflamatorios no esteroideos.

La dosis de los medicamentos que se metabolizan en el hígado se reducirá y los anticonceptivos orales deben suspenderse.

La inmunoprofilaxis puede ser pasiva  la administración de gammaglobulina o activa mediante vacunas). Pre exposición: Se reserva para personas que viajan a zonas endémicas altas, se aplican dosis de 0.020.06 ml/kg, se puede repetir la dosis de ser necesario a los 4 o 6 meses Pos exposición: Se aplica una dosis única de 0.02 ml/kg a contactos familiares, contactos sexuales con infectados, epidemias en áreas cerradas (colegios, penitenciarias, pensiones y otras instituciones cerradas)

Inmunoprofilaxis activa: La vacuna puede ser con virus inactivados o atenuados, no se recomienda su uso masivo, se aplica 1 ml intramuscular en 3 dosis (0, 30, 180 días), en menos del 10% de los vacunados se han comunicado efectos adversos como cefalea, fiebre y reacciones locales en el sitio de inyección.

Conclusiones

  1. No existe tratamiento específico para la infección aguda por VHA
  2. El tratamiento es sintomático en dependencia de la clínica del paciente
  3. Ningún tratamiento ha demostrado en forma controlada la capacidad para modificar la historia natural de la hepatitis por virus A, no se ha demostrado beneficio con el uso de vitaminas, drogas hepatoprotectoras, regeneradoras, antivirales e inmunomoduladores

Artículo desarrollado por la Dra. Mariana Jiménez • Medicina General Clínica Jericó.