Prostatectomía Transvesical.

Esta es una cirugía para extirpar parte de la glándula prostática del hombre, con el fin de tratar un agrandamiento severo de la próstata, el cual, puede provocar problemas al momento de orinar.

El médico recomienda esta cirugía ante la siguiente sintomatología:

1) Hiperplasia prostática benigna (HPB), en donde la glándula prostática a menudo se agranda a medida del avance en la edad.

2) Dificultad para vaciar la vejiga (retención urinaria).

3) Infecciones urinarias frecuentes.

4) Sangrado en la próstata.

5) Cálculos en la vejiga.

6) Presión del chorro miccional débil.

7) Daño en los riñones.

8) Aumento en la presión sobre los urétere y riñones (hidronefrosis) por la retención urinaria.

Este procedimiento quirúrgico se realiza utilizando anestesia general o raquídea. El paciente regresa de la cirugía con una sonda Foley colocada para ayudar a drenar la vejiga.

Se puede conectar una solución para irrigar la vejiga a través del catéter, con el fín de lavarlo continuamente y así evitar que se obstruya por pequeños coágulos. La orina del paciente puede parecer inicialmente muy sanguinolenta, pero esto debe resolverse en pocos días. El catéter Foley permanecerá en su sitio entre 5 días y algunas semanas hasta que el médico lo determine.

La permanencia en la clínica según indique el médico, la recuperación completa de la cirugía puede tomar 3 semanas. El consumo de líquidos en abundancia es fundamental en la recuperación del paciente.

Por otro lado, no se debe realizar esfuerzo físico ni levantar ningún tipo de peso durante 3 a 4 semanas. Además, se puede utilizar un reblandecedor de heces para ayudar a prevenir el estreñimiento, que puede demorar el proceso de recuperación.

Información facilitada por el Dr. Johnny Piedra Aguilera • Especialista en Urología • Universidad de Milán, Italia.